Es importante hablar abiertamente de estos temas. La experiencia de un orgasmo femenino (cuando una mujer "se va a venir") es única para cada persona, pero hay sensaciones comunes que muchas describen.

 

Es útil dividirlo en dos partes: lo que se siente justo antes del orgasmo (la fase de "pre-orgasmo" o "fase plateau") y durante el orgasmo mismo.

 

1. Sensaciones Justo Antes del Orgasmo (La Acumulación)

En los momentos previos, el cuerpo y la mente están en un estado de alta excitación. Es común sentir:

 

Tensión y excitación creciente: Una sensación de calor, energía y tensión sexual que se va acumulando en la zona pélvica y en todo el cuerpo.

Contracciones musculares involuntarias: Los músculos de todo el cuerpo pueden ponerse más rígidos (pies, manos, glúteos, abdomen). En la vagina, los músculos pubocoxígeos (o del suelo pélvico) pueden comenzar a contraerse de forma rítmica y leve.

Aumento del ritmo cardíaco y la respiración: El corazón late más rápido y la respiración se vuelve más superficial y acelerada.

Sensibilidad extrema: El clítoris y la vagina pueden volverse tan sensibles que seguir con la estimulación puede ser abrumador, pero detenerse arruinaría la llegada del orgasmo.

Un "punto de no retorno": Muchas mujeres describen una sensación clara de que el orgasmo es inminente e inevitable, como si estuvieran en la cima de una montaña rusa a punto de caer.

 

2. Sensaciones Durante el Orgasmo

 

El momento culminante es una liberación intensa de toda la tensión acumulada. Las descripciones varían, pero incluyen:

 

Olas de placer intenso: Es la descripción más común. Una sensación de oleadas o pulsaciones rítmicas y muy placenteras que se originan en el clítoris y la vagina y se expanden por todo el cuerpo (hacia el abdomen, piernas, dedos de los pies y cuero cabelludo).

Contracciones musculares intensas e involuntarias: La vagina y el útero experimentan una serie de contracciones rápidas y rítmicas (pueden ser de 3 a 15, aproximadamente). Son estas contracciones las que se pueden sentir a veces por fuera.

Pérdida temporal del control: Una sensación de "rendirse" o "dejarse ir" por completo. La mente se puede quedar en blanco, perdiendo temporalmente la noción del entorno.

Calor y rubor: Una oleada de calor puede recorrer el cuerpo, a menudo acompañada de un rubor en el pecho y el cuello.

Sonidos y expresiones involuntarias: Gemidos, gritos o la liberación de la tensión a través de la voz son completamente normales.

Alivio y euforia: Una poderosa sensación de alivio, seguida de una profunda relajación, satisfacción y, a veces, incluso felicidad o euforia.

 

El Aspecto Emocional y Mental

 

El orgasmo no es solo físico. La mente juega un papel crucial:

 

Conexión emocional: Si hay una conexión emocional con la pareja, el orgasmo puede sentirse más profundo, satisfactorio y emotivo.

Vulnerabilidad y confianza: Sentirse segura, deseada y relajada es fundamental para poder "dejarse ir" y alcanzar el clasmo.

Concentración: A menudo, la mujer necesita concentrarse en las sensaciones y "seguir" el ritmo del placer, sin distracciones.

 

Puntos Importantes a Recordar:

 

Cada mujer es única. La intensidad, duración y tipo de sensaciones pueden variar enormemente de una persona a otra, e incluso de un orgasmo a otro en la misma persona.

No siempre es igual. Un orgasmo durante la masturbación puede sentirse diferente al que se tiene durante el sexo oral o la penetración.

No todas las mujeres llegan al orgasmo de la misma manera o con la misma facilidad. La comunicación con la pareja, la exploración personal y la paciencia son clave.

 

En resumen, la experiencia es una combinación poderosa de sensaciones físicas intensas (oleadas de placer, contracciones) y una liberación mental y emocional profunda. Es una de las experiencias más placenteras que puede tener el cuerpo humano.